La corteza terrestre es la capa más externa del planeta Tierra. Es la más delgada y reciente de las capas de la Tierra, y se encuentra sobre el manto. La corteza terrestre está formada por rocas de distintos tipos, que se clasifican según su origen en ígneas, sedimentarias y metamórficas.
La corteza terrestre se divide en dos tipos principales: la corteza continental y la corteza oceánica.
- La corteza continental es la más gruesa de las dos, con un espesor medio de 35 km. Está formada principalmente por rocas ígneas y metamórficas. La corteza continental es la que alberga la vida, ya que es aquí donde se encuentran los continentes, las montañas, los ríos y los océanos.
- La corteza oceánica es mucho más delgada que la corteza continental, con un espesor medio de 6 km. Está formada principalmente por rocas ígneas. La corteza oceánica es la que forma los océanos y las cuencas oceánicas.
La corteza terrestre se formó a partir de la solidificación del magma que existía en el manto. La formación de la corteza terrestre se inició hace unos 4.500 millones de años, y continúa hoy en día en las zonas de subducción, donde la corteza oceánica se funde y se incorpora al manto.
La corteza terrestre es un lugar dinámico, que está constantemente cambiando. Los procesos geológicos, como la erosión, la sedimentación, la tectónica de placas y los volcanes, modifican la forma y la composición de la corteza terrestre.
La corteza terrestre es un recurso importante para los humanos. Es una fuente de minerales, como el petróleo, el gas natural, los metales y los minerales no metálicos. La corteza terrestre también es una fuente de agua, ya que los ríos y los lagos se alimentan de los acuíferos subterráneos.
La corteza terrestre es una parte fundamental del planeta Tierra. Es el lugar donde vivimos, trabajamos y jugamos. También es un recurso importante para la economía humana.
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