Cierto día muy caluroso, una Paloma se detuvo a descansar sobre la rama de un árbol, al lado del cual estaba un limpio rayuelo. De pronto, vio una Abeja que se acercó para beber en el rayuelo, pero la fuerza del agua, arrastró a la pobrecita Abeja. La Paloma al verla en tal aprieto, voló hacia ella, y la salvó con su pico.
Pasado un rato, un Cazador vio a la Paloma descansando, y se dispuso a darle caza. Sin embargo, en aquel mismo instante, la Abeja vio en peligro a su bienechora, así que de inmediato acudió a su rescate y picó la mano del Cazador.
El dolor fue tan incomodo para este, que al sacudir su mano, falló su tiro, y con esto, logró escapar a tiempo la Paloma.
Moraleja
Haz por otros, lo que quisieras que ellos hagan por ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario