El rugido sabio
En las profundidades de la selva, un majestuoso Tigre de
Bengala reinaba, su piel rayada brillaba bajo el sol y su rugido resonaba por
todo el bosque, infundiendo temor en el corazón de cada criatura que habitaba
en aquel lugar. Era el rey indiscutible, y su presencia imponente dominaba la
jungla.
Un día, mientras paseaba por su
territorio, el Tigre de Bengala se topó con el diminuto pero valiente
Escarabajo Satanás. Este último, conocido por su astucia y habilidad para
escapar de los peligros, no mostró temor ante el imponente tigre, sino que se
acercó con curiosidad y valentía.
—¡Oh, gran tigre! —exclamó el
escarabajo con valentía—. ¿Por qué infundes temor en todos los habitantes de la
selva con tu fuerte rugido?
El Tigre de Bengala, sorprendido por
la intriga y valentía del escarabajo, decidió entablar una conversación con él,
algo poco común para un ser de su tamaño y posición en la cadena alimenticia.
—Soy el rey de la selva —respondió
el tigre con orgullo—, y mi rugido es una señal de mi poder.
El Escarabajo Satanás, sin
amedrentarse, replicó con calma:
—El verdadero poder no se demuestra
con temor, sino con sabiduría y respeto hacia los demás seres de la selva.
Quizás haya otra forma de mostrar tu grandeza sin necesidad de infundir miedo.
El Tigre de Bengala, enojado por las
palabras del escarabajo, decidió desafiarlo a demostrar su valentía. Propuso un
juego de astucia y rapidez, donde el que lograra encontrar primero un tesoro
escondido en la selva sería considerado el más poderoso.
El Escarabajo Satanás, confiado en
su astucia, aceptó el desafío. Durante días, ambos recorrieron la selva en
busca del tesoro, enfrentando peligros y desafíos. Finalmente, fue el
escarabajo quien encontró el tesoro, demostrando que el verdadero poder no
reside en la fuerza, sino en la astucia y la sabiduría.
El Tigre de Bengala, impresionado
por la valentía y astucia del escarabajo, aprendió una valiosa lección y cambió
su actitud hacia los demás habitantes de la selva. A partir de ese día, se
convirtió en un rey más sabio y compasivo, enseñando a todos los animales el
valor del respeto y la sabiduría.
Moraleja: El verdadero poder no reside en la fuerza o el temor que puedas inspirar, sino en la sabiduría, la astucia y el respeto hacia los demás.
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